Una cena familiar

—¡La cena está servida!
—¡Hum! Que buena pinta tiene, hermanito, con esa raya tan bien delineada… ¡Sentaos, niños! Vuestro tío va a trinchar el pantalón.
—¡Yo quiero pernera!
—¡Yo también!
—¡Yo la he pedido primero!
—Esperad un poco, que antes hay que servir a los abuelos… toma mamá, de la parte interior del bolsillo, la más tiernecita. ¿Papá?
—Mientras no me toque la bragueta, que mis dientes ya sabes que no pueden masticar bien la cremallera…
—Toma, un poco de forro tierno y jugoso. Cuñado, ¿hace el dobladillo, o prefieres culera?
—El dobladillo está bien. Deja la culera para tu hermana, que le gusta más. Huele fenomenal… ¿Cómo lo has preparado?
—Es muy sencillito. Macerado en naftalina durante un par de meses, y luego simplemente a la plancha de vapor. Además está sazonado con unos hilos sueltos de seda, y le he quitado el cinturón. Eso sí, la materia prima es de marca. ¿Adivinas?
—Diría que es un Armani, por la hechura. Pero hasta que lo pruebe…
—Sí, es de Armani. No sé qué tejido usa, pero es el que los hace más sabrosos, y aunque es de los más caros, un día es un día. ¡Hala chavales, aquí tenéis vuestra pernera! ¡A darle al diente!
—¿Ez pantalón de chica o de chico, tío?
—Qué más da, cielo. A disfrutar.
—Exquisito hijo, te ha salido riquísimo…
—Gracias mamá.
—La cena de Ropavieja próxima, tenemos que hacerla en mi casa. Mi cariñín hace una americana deconstruida a la lana virgen con reducción de fieltro que te mueres…
—Hermanita, ya sabes que a nosotros, eso de la cuisine a la Nouvelle Couture no nos va mucho… somos de ropa sencilla. Con que preparéis un simple vestido en sus encajes, ya nos vale.
—A ver, hijo, que se acerca la hora. ¿Tenéis preparados los doce botones?
—Tranquila, mamá, míralos. Incluso te hemos puesto de los pequeños, de puño de camisa, para que no te atragantes.
—¡Ya empiezan las campanadas! Recordad que primero van los cuartos…
—¿Sabéis que la tradición de los botones es meramente nuestra? En otros países tienen otras costumbres… en Italia, por ejemplo, comen un plato de lentejuelas.
—Sí, y en los Estados Unidos cuelgan bufandas del techo y se dan un beso bajo ellas…
—¡Ya empiezan! ¡Atentos…!

—¡Bieeennn! Y no me he atagantao, mamy.
—¡Estupendo cariño! Ahora a brindar. Todos juntos…

¡FELIZ PAÑO NUEVO!

7 comments

  1. Raro, raro, raro, pero estupendo.
    Diferante de principio a fin, pero magnifico en grado sumo.
    Felicidades Ramon te ha salido bordado.

    Paco

  2. No se donde he visto que un día te darán el Nobel a los relatos cortos.
    Estoy convencido que será así. Y si puedo votar, cuenta con él.
    Saludos casi navideños
    Jesus

  3. Me han encantado todos los «pequeños detalles» los botones de camisa, más pequeños, las lentejuelas, el detalle de la cremallera xDDDD Es que está clavado, como cualquier cena de nochebuena.

    ¡Felicidades, Ramón!

  4. ¿Lentejuelas en Italia? Jua, Juas.
    Te ha salido de encaje de bolillos, que supongo que será lo que cenen en navidad :)

  5. Gracias, gente. me alegra que este pequeño experimento mío os haya gustado.

    Jesús: el día que me den ese Nobel lo comparto contigo fijo. Al 50%. :-))

  6. Ramón con tu permiso (si me lo das y si no también) me lo archivo y me lo quedo, ta cojonudo, un abrazo. Gerardo

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