Buck Rogers: Shock futuro

En el principio fue Buck Rogers. Mucho antes de que Flash Gordon viajase al planeta Mongo o Han Solo adquiriese el Halcón Milenario en una épica partida de Sabacc, Anthony «Buck» Rogers despertó en el futuro para convertirse en el héroe de una humanidad sojuzgada. El personaje apareció por primera vez en el relato «Armageddon 2419 d.C.» escrito por Philip Nowlan y publicado en el número de agosto de 1928 de la mítica revista pulp Amazing Stories, al que seguiría su secuela («The Airlords of Han») en marzo de 1929. En su momento ambas historias obtuvieron un notable éxito y dieron pie a una serie de daily strips, un serial radiofónico e incluso una (prescindible) adaptación televisiva protagonizada por el inefable Buster Crabbe. Sin embargo, a partir de la muerte de su creador, en 1940, el personaje entró en un lento pero inexorable declive del que no saldría hasta bien entrada la década de los setenta.

En efecto, sería por aquel entonces cuando Buck Rogers regresó a la pequeña pantalla de la mano del productor Glen A. Larson, responsable de éxitos como Battlestar Galactica (la serie clásica) o El coche fantástico, entre otros. Interpretada por Gil Gerard, Pamela Hensley, Erin Grey o Henry Silva, esta nueva serie actualizaba el concepto original del personaje que ahora era un astronauta que, debido a un accidente durante el vuelo de prueba de un nuevo cohete, quedaba a la deriva en el espacio y en animación suspendida hasta que regresaba a la Tierra en el siglo XXV, sólo para encontrarse con un planeta devastado en la que los restos de la humanidad sobreviven como pueden al tiempo que hacen frente a las hordas invasoras de la princesa Ardala y su señor de la guerra, el siniestro «Killer» Kane. En su momento el episodio piloto de la serie se estrenó en cines (como si de una superproducción se tratase) e incluso llegó a publicarse en castellano (bajo el sello Planeta) una adaptación novelada de los dos primeros episodios. A título anecdótico, existe también una edición española de las historias originales, correspondiente al número 3 de la colección Weird SF de Valdemar (1991).

Puede que parezca que le dedicamos demasiado espacio en esta reseña a una producción que al fin y al cabo, incluso para los estándares de su época, no pasaba de una discreta categoría de serie B; pero es que los responsables de Dynamite Comics, a la hora de lanzar su nuevo título dedicado al personaje, se han inspirado mucho más en esta teleserie que en los relatos originales desarrollados por Nowlan a finales de los veinte. Dynamite es una de esas pequeñas editoriales norteamericanas que, al margen de las dos grandes (Marvel y DC Comics), han conseguido hacerse un hueco en el mercado combinando series de producción propia (como The Boys, de Garth Ennis & Darick Robertson) con nuevas versiones de personajes clásicos como el Llanero Solitario, Sherlock Holmes o el que ahora nos ocupa.

Este primer volumen de la colección (titulado «Shock Futuro») recopila los seis primeros números USA escritos por Scott Beatty e ilustrados por Carlos Rafael con la colaboración artística de John Cassaday (del que ya hemos hablado en esta sección a propósito de la serie Planetary) y Jason Ullmeyer. Beatty es un gran conocedor del medio que ha escrito varias Ultimate Guides para DK Publishing, amén de trabajar como guionista para diversas editoriales como DC, Wildstorm o Dynamite. Rafael, por su parte, es un veterano dibujante de comics que se ha curtido trabajando para pequeñas editoriales como Maximum Press (dónde ilustró varias miniseries de Battlestar Galáctica) antes de recalar en Dymanite y hacerse cargo del diseño gráfico del reboot de Buck Rogers. Su estilo de dibujo, que auna modernidad con un cierto espíritu retro, se ajusta como un guante a la serie que nos ocupa, llena de guiños (más o menos disimulados) a las raices clásicas del protagonista.

«Shock Futuro» funciona pues como carta de presentación del personaje, su mundo y los co-protagonistas habituales, como la coronel Wilma Deering, el Dr. Huer, o las nuevas versiones de Ardala y su secuaz, Kane. La trama oscila entre nuestro presente (a través de diversos flashbacks que nos explican el origen del propio Rogers) y el futuro del siglo XXV, con la Tierra asediada por la amenaza de una raza alienígena conocida como La Manada frente a la cual tan sólo se oponen las -escasas- fuerzas de seguridad de las Naciones Organizadas. A falta de que la editorial Planeta publique la siguiente entrega, y de ver el rumbo que toman los autores, podemos afirmar que se trata de un interesante punto de partida que recupera hábilmente al personaje para una nueva generación que apenas conoce al Buck Rogers más clásico, el de Nowlan y Richard Calkins. Pero sin olvidarse de sus orígenes y atinando a darle ese toque naif y algo pulp que tanto gusta a los lectores más veteranos. «Buck» Rogers ha vuelto, y está en mejor forma que nunca.

2 comments

  1. Buster Crabbe no hizo ninguna adaptación televisiva: hizo un serial sabatino en 1939. Luego hizo de Flash Gordon en varios otros seriales. Incluso hizo de Tarzan. Fue un grande de la serie zeta.

    La serie televisiva (1979-1981) la protagonizó Gil Gerald. Por aquí abajo solo vimos (en cines) los dos o tres primeros episodios remontados.

    Frank Miller (Dios nos libre) planeaba dirigir la peli que se está preparando ahora.

  2. Vaya, no conocía a Mr Rogers.
    Espero que sus historias tengan cierta calidad,y no sean mero producto de cara a los nostalgicos de los Heroes Pulp…

    Un saludo.

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