Liter Imaginarius III

por Fernando Lafuente Clavero

Los días 5, 6 y 7 de noviembre tuvo lugar en Huesca el III Liter Imaginarius, organizado por Nocte y la asociación altoaragonesa Oscafriki, al que tuve el honor en acudir en calidad no sólo de espectador sino de ponente. En esta ocasión las charlas giraban en torno a la influyente figura de Richard Matheson, escritor y guionista, autor de obras como I Am Legend (Soy leyenda), Hell House (La casa infernal) y The Shrinking Man (El hombre menguante).

Los actos comenzaron el viernes con una breve presentación por parte de los chicos de Oscafriki. Poco después le siguió la conferencia de nuestro querido Fernando Martínez (“lector puro” y fiel asistente a las Hispacones), que se estrenaba en estos menesteres y que nos dio su visión sobre el panorama de la literatura fantástica española actual. Subrayó el poco movimiento editorial en ciencia ficción, junto a una mayor animación en fantasía (sobre todo abanderada por el sexo femenino) y una relativa buena salud del género de terror, más allá de la “moda zombie”.

Con su desenfado y simpatía habituales, tomó el micro David Jasso para perfilarnos una biografía más personal, no tanto formal o de “wikipedia”, del autor americano. Habló no sólo de él sino de sus hijos (también guionistas de cine) y en especial se centró en, a su modo de ver, uno de sus grandes patinazos: En algún lugar del tiempo. Alternando entre la novela y el guión de la película, y acompañando su alocución con escenas del film, fue desgranando algunos de los momentos menos afortunados de la obra. Fue anecdótico (e hilarante) su amistoso desencuentro con Roberto Malo, al que le gusta el largometraje y se expresó en ese sentido sin rubor alguno.

Tras él tomó el testigo José María Tamparillas para analizar La casa infernal y extrapolar el tema al fenómeno de las casas encantadas en general. Con una exposición impecable, se internó en lo maligno con términos como impregnación o posesión, remarcando el peculiar (y hermético) universo de las mansiones embrujadas, con su espacio y tiempo propios. Ya en concreto con Hell House, nos recordó la tétrica Casa Velasco y sus malas artes con los cuatro protagonistas (un físico, su esposa y dos médiums), que penetran en la morada pretendiendo descubrir si hay vida después de la muerte.

Para concluir la jornada tendría lugar la lectura de tres estupendos relatos, dos de Marc R. Soto y otro de David Jasso (quien tuneó su “Carroñeros del miedo” para adaptarlo al contexto del salón de actos en que nos encontrábamos e inducir el hormigueo de la inquietud en nuestros corazones).

El sábado se inició con la bienvenida obligada de David Jasso y con la lectura de uno de mis microrrelatos, “El crédulo”, que arrancó más de una sonrisa cómplice. A su término, fue el turno de Óscar Bribián para orientarnos sobre cómo generar un guión de cómic. Nos comentó la importancia de la coordinación entre dibujante y guionista, no siempre sencilla y expedita, y nos desgranó, mediante un esquema, las diferentes etapas del proceso. Fue analizando conceptos como los arcos de transformación, que describen la evolución de un personaje a lo largo de la trama.

Ismael Martínez Biurrun presentó después su última novela Mujer abrazada a un cuervo, con su sugerente protagonista Cruz que posee la facultad de viajar en el tiempo por medio de su mente. Una historia a caballo entre el presente y el pasado en busca del origen de una peste que extrañamente recidiva en nuestros días. Contó con la compañía de Pablo Mazo, editor de Salto de Página, que también aportó unas palabras.

Sergio Mars cogió el relevo para evocar una nueva obra de Matheson: Más allá de los sueños. Primero identificó en la novela la visión propia del autor sobre la muerte (en esa época), y resaltó el carácter esencial de los pensamientos como motores y mediadores de la existencia ultraterrena. A continuación, Sergio nos dio todo un recital de investigación al relacionar la esencia de la obra con las influencias religiosas y filosóficas tanto contemporáneas como pretéritas al libro.

Se presentó después la antología Aquelarre, una compilación de unas cuatrocientas páginas de lo más interesante (en opinión de Salto de Página) del panorama actual del terror español. Participaron, junto a Pablo Mazo, J. M. Tamparillas, Marc R. Soto, Ismael M. Biurrun y David Jasso.

Tras un breve descanso volvió Sergio a la carga presentando su primera novela de terror (El precio del barquero), demostrando que no sólo escribe ciencia ficción. Por lo visto, en las profundidades de una sima de Galicia, nos aguarda un recóndito, mas no menos real, infierno mitológico.

Vendría más tarde la tradicional mesa redonda de Nocte, en la cual sus miembros dieron su opinión sobre la repercusión del trabajo de Richard Matheson en autores posteriores. Inevitablemente apareció en varias ocasiones el nombre de Stephen King, confeso admirador y seguidor del escritor americano.

Para rematar tuvo lugar la lectura de mi segundo microrrelato (“El anaquel mágico”), que dio paso al aterrador “Volverás” de Marc. R. Soto, perteneciente a su antología El hombre divergente.

El domingo nos reservaba las ponencias de Roberto Malo y la mía propia, junto a la proyección de la película El diablo sobre ruedas. Roberto nos introdujo en la faceta de Matheson como relatista, que el escritor maño valora en gran medida. Ponderó su gran habilidad para construir estructuras argumentales simples pero inmaculadas y sobre todo sublimes finales. Para corroborar su tesis leyó “La boda”, uno de sus cuentos predilectos.

La última conferencia corrió de mi parte. Se llamaba “De omegas y leyendas” y su objetivo era analizar de forma comparativa las tres adaptaciones oficiales al cine de su obra cumbre. Mediante escenas de los tres filmes, indiqué las semejanzas y diferencias básicas entre ellos, teniendo siempre como referencia el libro de Matheson.

El propósito final, como señalaba arriba, era el visionado de “El diablo sobre ruedas”, pero Roberto y yo nos fuimos un poco del tiempo previsto y no pudo ser. Cosas del directo.

En resumen, unas jornadas tan intensas como edificantes que, aun con el omnipresente handicap del escaso público, sirvieron para reunir a amantes de la obra de Richard Matheson, tanto escritores como aficionados, para rendirle un merecido homenaje.

Desde aquí mi agradecimiento a Oscafriki por su apuesta anual por el género y a Nocte por su estupenda labor.

4 comments

  1. Las jornadas estuvieron sensacionales. Enhorabuena por la ponencia sobre las tres versiones cinematográficas de «Soy leyenda», fue un trabajo muy currado e interesante. Me encantó.
    Los aficionados deberían acudir en masa a Liter Imaginarius, su nivel es muy alto y los contenidos fascinantes.

  2. Gracias tocayo, un gusto verte aunque no pudiese quedarme a tu charla. También, y pese a los nervios primerizos, ahí estuve intentando trasladar mi visión de estos tres géneros que nos reúnen.

    Al año próximo, más.

    Fer

Comments are closed.