Watchmen me sigue pareciendo el cómic definitivo sobre superhéroes, pero su versión cinemátográfica no fue la película definitiva sobre superhéroes. En cambio, Kick-Ass, ¡Kick-Ass podría serlo!
Al igual que Watchmen, Kicks-Ass se basa en un gran cómic que parte de un supuesto que los frikis hemos comentado muchas veces:
-“¿Cuál es tu superhéroe favorito?”
–“Oh, Batman, por supuesto, porque no tiene poderes. Es sólo un individuo bien entrenado con un montón de cachivaches tecnológicos”.
En Kick-Ass, como en Watchmen, tenemos personas corrientes que se disfrazan de superhéroes y salen a las calles “a combatir el mal”, y, ¡ejem!, claro, les dan unas palizas que “pa qué”. En Kick-Ass nos encontramos con que, además, la persona corriente protagonista es un friki adolescente aficionado a los cómics que no se come una rosca. En fin, alguien con quien resulta fácil identificarse.
Kick Ass es el nombre que ese chaval se inventa para su superhéroe y Kick Ass acaba convirtiéndose en un auténtico héroe, apoyado por un vídeo en YouTube en el que recibe una descomunal paliza y su página en MySpace (un héroe de nuestros tiempos, sin duda). Su fama hace que despierten del anonimato los que serán los “auténticos” superhéroes: Big Daddy (Nicholas Cage –un gran aficionado a los cómics, por cierto-) y Hit Girl (Chloe Moretz, su hija, una nena que se supone tiene unos once años). Frente al torpe Kick Ass, ellos sí son unos genuinos superhéroes preparados para la lucha. (Por cierto. La primera aparición de padre e hija, con el padre pegando un tiro a su nenita, es memorable).
El lenguaje cinematográfico varía en función de cada personaje y si Kick Ass, el superhéroe “manazas”, lucha cutre y torpemente, Big Daddy y Hit Girl cuentan con la baza de los efectos a los que estamos acostumbrados en las películas de superhéroes: cámara lenta, música cañera, volteretas y piruetas imposibles.También asistimos, ¡cómo no!, a la aparición de un puñado de secundarios impagables como los frikis amigos del protagonista o el super villano, Red Mist, el hijo del malvado amo de la ciudad (un Mark Strong que se dedica últimamente a interpretar unos “malos” atractivos y fascinantes).
Ese es el argumento que os puedo contar sin revelar nada trascendente, pero lo mejor no es el argumento en sí sino su mala leche elevada a la enésima potencia, su violencia mostrada sin vergüenzas ni falsas morales, sus escenas de ritmo salvaje que consiguen subir tus pulsaciones a mil, su humor irónico, y, sobre todo, ¡oh, todos vosotros frikies!, sus juegos metacinematográficos y sus referencias a los cómics, libros, películas… Todas esas cosas que amamos, que nos retratan como frikis, con las que tanto disfrutamos y con las que, se nota, también disfrutan los que han hecho la película.
Kick-Ass es tremenda, divertida, cruel y tan ácida como los colores que han usado para plasmar la historia (esas pelucas violetas, esos trajes verdes y amarillos…). Es una película que, además, da miedo. Porque ¿hay algo más temible que un niño soldado cuyo único sentido en su vida es luchar y combatir y que no conoce el miedo?
¿Te gusta el cómic? ¿El cine de superhéroes y de acción? ¿Quieres disfrutar de algo diferente y refrescante? Levanta tu culo de la silla, deja el ordenador y vete ahora mismo al cine. Kick-Ass te está esperando para golpearte en ese mismo culo que ahora está sentado frente a la pantalla. Te aseguro que te va a gustar.
Yo resaltaría dos cosas de la película: la estupenda banda sonora, y la presencia de Chloe Moretz, que me recordó poderosamente a aquella Natalie Portman que nos encandiló en «Leon, el profesional», y que ha desarrollado después una interesante carrera que la pequeña Chloe (casi lo mejor de la peli), seguro que podrá emular.
Un saludo a todos.
Acabo de volver del cine con una sonrisa. Una peli palomitera como deberían ser todas las pelis palomiteras. Duración justa; personajes carismáticos; mezcla muy medida de humor, acción, violencia, frases molonas;… Recomendable.