Dollhouse, el retorno de Joss Whedon

En la literatura cyberpunk muchas veces se ha tratado sobre la impronta de personalidad en el cerebro. Trasferencia de improntas cerebrales a máquinas, creación de androides con personalidades humanas, son algunos de los escenarios que se han podido vislumbrar en la historia de la literatura prospectiva.

Dollhouse es una organización mundial, una mas de las conjuras globales en realidad, que tiene como motor su tecnología de reconstrucción de personalidad. Los Dolls, o muñecos, son voluntarios que firman un contrato de servidumbre por cinco años. Su personalidad es borrada y la tecnología de la organización les permite  crear en los sujetos, llamados activos, personalidades diferentes según las solicitudes que se reciban. Pueden ser soldados, investigadores, doctores, cantantes, prostitutas o asesinos sin escrúpulos.

La serie está creada por Joss Whedon, ideólogo así mismo de Buffy cazavampiros, Angel o Firefly todas ellas con un acusado componente  fantástico o de ciencia ficción. De los actores que han trabajado anteriormente con él recupera a Eliza Dhusku, Faith en Buffy o Angel, y Amy Acker, intérprete de Fred-Illyria. También se ha contado con la participación de Tahmoh Penikett -Helo en Battlestar Galactica-, Reed Diamond -Jack Vassel en Journeyman-, u Olivia Williams -que fue la Dr. Moira MacTaggart en X-men 3-. Un plantel de actores de televisión que cumplen con su cometido de manera eficaz y profesional, sin que destaque ninguno de ellos por su excelencia.

Porque aunque la serie es imaginativa y tiene unos potenciales de desarrollo que parecen muy sólidos, carece de un presupuesto suficiente para que pueda ser algo más que una de tantas. La sede de Dollhouse es un penthouse donde todo está siempre a la vista. Al parecer, sólo cinco de los "activos" viven por allí. Los operativos se identifican por nombres en clave como Echo, Sierra, Victor, palabras con las que se deletrean las comunicaciones militares normalmente, y disponen cada uno de un “cuidador”.

Las personalidades se proporcionan a los operativos en una especie de silla de dentista trasformada, que da una sensación de pobreza muy elevada, aunque si esta tecnología fuera real y estuviera en experimentación, seguramente las cosas serían muy parecidas. Pero la estética es una de las señas de identidad del género en los medios visuales. Una “cutre”, como es la de este caso, perjudica mucho la narrativa. Si a esto añadimos que en los primeros capítulos las historias no llegan a pasar de una sucesión de “monstruos de la semana”, aunque esta vez podríamos hablar de “la personalidad de la semana”, no es de extrañar que la cadena emisora no estuviera demasiado interesada en la renovación.

Whedon siempre se ha caracterizado por mantener en sus productos un “arco argumental” que se mantiene en todas sus series, o al menos en cada una de las temporadas. En las tres mencionadas antes sucedía este extremo. Sin embargo, en Dollhouse parece que no encontramos nada más que episodios sueltos. Hay un tenue intento de desarrollar una trama mas allá de los capítulos autoconclusivos, que se puede vislumbrar en los finales, en los que se refieren al activo Alpha.

Pese a la tonalidad monótona de los capítulos, hay algunos que brillan y destacan sobre todo por sus implicaciones morales y éticas. Por poner un ejemplo, en el episodio titulado “Haunted”, en el que Echo es programada con la mente de una fallecida que ha sido asesinada. Las implicaciones de la “inmortalidad” a través de las improntas neuronales de un fallecido son exploradas en este guión (que coincide con la historia que se narra en Caprica, primer episodio del spin off de Battlestar Galactica). Otro episodio a destacar es “Spy in the House of Love”. Aquí la directora de Dollhouse se enamora de una de las personalidades implementadas en uno de sus “muñecos”. Es un relato cargado de contradicciones morales y de intentos de explicar lo que es o no el amor. ¿Mera atracción física? Parece que no, pues ella sólo está enamorada con la combinación del cuerpo de Víctor y su impronta particular.

“Epithaf one”, se supone que el último episodio, si la serie no renueva temporada –aunque parece que si lo hará–, se estrenará el 28 de julio en los EE UU. Para los más impacientes, recordarles que se encuentra disponible por los canales habituales en una aceptable versión original con subtítulos en castellano.

One comment

  1. Dollhouse es una serie con gran potencial, pero el enfoque episódico le hace perder fuerza, no es hasta el sexto capítulo que vemos un episodio genuinamente Whedon.

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