Cuando me enteré de que se estaba preparando una nueva versión de Sensación de vivir supuse que, al igual que en la serie original, la acción de esta transcurriría en Beverly Hills, y no en el espacio, la última frontera. Y es que da la impresión de que este nuevo Star Trek, más que un intento serio de inyectar nueva sangre al corazón de la saga, es básicamente una operación cosmética para acercarla a las nuevas generaciones.
Parece como si, ante la dificultad de desarrollar más secuelas y spin-offs con los que ordeñar la franquicia, a sus responsables sólo les quedara el camino de la precuela, una ventana en el puente de mando de la Enterprise que ventilase las polillas y el olor a naftalina que inundaban la nave, para demostrar así que los esquijamas pueden ser sexys, y que la asexuada tripulación original escondía un pasado lleno de juveniles y desatadas hormonas. Esta estrategia parece destinada a desvincular la serie del prototipo de trekkie, ese friki obeso y devorador de doritos, y abrirla a un nuevo tipo de público, más acorde con los nuevos tiempos y menos proclive a las enfermedades cardiovasculares.
¿Y quién más apropiado para llevar la empresa a buen puerto que el cineasta que mejor ha conectado con los jóvenes en estos tiempos de internet y SMSs? ¿Quién mejor que J.J. Abrams, responsable de obras tan valoradas por el público joven y adolescente como Alias, Perdidos o Monstruoso? El hecho de que el director no fuera un aficionado a Star Trek, lejos de ser un obstáculo, seguro que ha sido un tanto a su favor, ya que habrá garantizado que no iba a dejarse llevar por la nostalgia y que contaría una historia alejada de los lugares comunes de la saga.
Pero la película, a pesar de las altas expectativas que despertó, no sorprende, ni deslumbra, y ni siquiera resulta demasiado divertida. Es correcta narrativamente, sí, y los FX son manejados con brillantez, pero poco más puede destacarse de ella. Abrams, apoyado de la mayor parte de su equipo habitual, nos acerca a los orígenes de la tripulación de la Enterprise, y a los albores de la amistad entre Kirk y Spock. Pero ni lo que cuenta, ni la forma en que lo hace, resultan satisfactorios.
Desde mi punto de vista (reconociendo que mi conocimiento de la saga es mínimo), la historia de Star Trek es más que la historia de Kirk, y creo que hubiera sido muy interesante que se nos narrase, aunque fuera brevemente (y sobre todo para los no iniciados), cómo la humanidad llegó desde nuestro presente hasta ese futuro en la que somos miembros de la Federación de Planetas Unidos, un organismo interplanetario cuyos fines son básicamente pacíficos e intelectuales, elemento que constituye una de las señales de identidad claves de Star Trek, en contraste con la norma dentro del género de ciencia ficción cinematográfico, plagado de visiones pesimistas de nuestro futuro.
En lugar de eso la película toma la legítima opción de centrarse en los personajes de Kirk y Spock. El que el vulcaniano se enamore con tanta facilidad (y sin que el espectador sepa cómo ha sucedido), a pesar de su supuesto control emocional, o que el humano demuestre un temperamento que haga difícil creer que pueda sobrevivir hasta la madurez, son detalles que, personalmente, me chocan, tal vez porque los personajes en ningún momento consiguieron ganarse mi simpatía (¿alguien comparte mi opinión de que algo falla en una película cuando el personaje que mejor te cae es el del malvado, Eric Bana, en este caso?). Puede que los protagonistas originales estuvieran algo caducos, pero de este remozado de chapa y pintura surgen personajes más modernos y guapos, pero poco interesantes y escasamente elaborados; personajes que no consiguen enganchar al espectador, poco ayudados por unos diálogos pobres, y un humor adolescente y facilón que en ocasiones resulta ridículo, e interpretados por actores que, salvo escasísimas excepciones, carecen de carisma.
Tonterías como que Kirk vaya a parar, en medio de un planeta desértico, precisamente a la caverna en la que se refugia el Spock del futuro (¿recordaban en la serie original dicho encuentro?), o la conveniente aparición de Scotty (acompañado por un ser de abominable maquillaje) con la máquina para teletransportarse justo en el momento en el que la necesitan, no hacen sino evidenciar la endeblez argumental de una película que, dado su presupuesto e importancia para la franquicia, auguraba un producto mejor acabado.
El estilo habitual de Abrams (si es que existe algo que pueda llamarse así), trufado de saltos temporales, alteraciones de la cronología narrativa, giros más o menos inesperados y continuos cliffhangers (herencia de su experiencia televisiva), que puede gustar más o menos, pero que resulta indiscutiblemente efectivo teniendo en cuenta los éxitos que ha cosechado, se simplifica en este caso, tal vez porque Star Trek tiene como objetivo un público más joven que el que habitualmente sigue sus obras. Perdemos, por lo tanto, el valor añadido que supone una estructura narrativa interesante, la cual podría haber compensado el escaso interés del argumento, dando como resultado un filme bastante poco interesante.
Como ha sucedido con tantos remakes, adaptaciones al cine, o intentos de actualizar viejas sagas que hemos visto en los últimos tiempos (desde Los ángeles de Charlie a Star Wars), la película se limita a utilizar una simbología ya conocida por el público (aunque sólo sea de oídas), pero alterando profundamente su esencia, y eso produce en nosotros el mismo efecto que el probar una marca de refresco cuya marca se haya resucitado, pero del que se ha modificando completamente el sabor; sólo queda el nombre.
Se trata tan sólo de actualizar la fachada dejando el interior irreconocible. Se borran las arrugas, se tonifican los músculos, y se actualiza el estilismo, pero en el proceso se pierde el alma.
Dudo mucho que el resultado satisfaga a los fans de las series originales, y, desde luego, a quienes no lo somos, posiblemente nos deje aún más indiferentes.
Dudo mucho que el resultado satisfaga a los fans de las series originales
Te puedo asegurar que sí que lo hace. Conozco a varios (yo mismo, sin ir más lejos) que están encantados con esta película.
Nunca he sido un gran fan de Star Trek, y esta película me ha gustado bastante como lo que es, puro entretenimiento.
Sí, yo tambien soy fan, la fui a ver con trekkies, y todos salimos encantados.
A la serie original no le viene mal un remozado, y yo creo que es más profundo (tampoco mucho, a ver) que sólo de fachada. Precisamente que la dimensión humana de Spock (emociones, enamorarse, etc) tenga un papel más relevante me gustó mucho. Se supone que siempre ha sido mitad humano, mitad vulcano, pero en la práctica la mitad humana no se hacía oir nunca. Aquí es más… dudo en usar la palabra… pero que narices… realista.
Por lo demás, espectáculo por un tubo y todas las contradicciones e inconsistencias que se le quieran buscar a la peli. Ya me vale. La serie original siempre las tuvo (por favor… ¿coger impulso con el sol para saltar en el tiempo?… ¿que es lo siguiente?… ¿jugar a canicas con agujeros negros?
Y una cosa: el nuevo Kirk se come con patatas al viejo. Me gusta mucho más.
Por otro lado, me parece que si se hubieran centrado en el origen de la federación, como sugiere el artículo, la película hubiera sido inviable y hubiera tenido todavía menos que ver con la serie original. En todo caso, esa idea (que me gusta) se prestaría mejor a una novela o a una serie que a una película.
Pero claro, yo que se, al fin y al cabo me ha gustado todo lo que he visto de JJ Abrams :-)
No comparto la mayoría de las interpretaciones volcadas en este análisis de la película. Considero que esta crítica se aleja mucho de las pretensiones del film y el logro de J. J. Abrams de revitalizar la serie. Además, el articulista reconoce su ignorancia acerca de LAS SERIES de Star Trek, y precisamente juzgar algo sin la información correcta se denomina NECEDAD, que a mi juicio es lo que abunda en esta crítica.
Si para decidir si una película es buena o mala hay que ser un conocedor de la serie (o el libro, o el cómic, o el videojuego, o lo que sea) del que parte, es que la pelicula está mal hecha. Es un fracaso como pelicula, aunque le pueda gustar al fan completista de «X» que algunos llevemos dentro.
Y este Start Trek precisamente funciona en ambos niveles: no necesitas saber nada del universo trek para disfrutarla (o para odiarla: digamos que para entenderla plenamente y decidir si te gusta o no, sin quedarte con la sensación de que te estás perdiendo algo y hay cosas que no te cuentan). Y si conoces el universo trek, te aporta guiños y referencias por un tubo que, por otro lado, no se cargan la acción ni el ritmo ni vuelven incomprensible lo que ocurre.
Algo no precisamente fácil. No será mérito de Abrams, seguro, sino de los guionistas. Él quizá no sea un fan de Star Trek, pero queda muy claro que los guionistas se conocen el universo de la serie clásica a la perfección. Puede no gustarnos lo que han hecho con él, podemos considerar que lo están traicionando: pero que lo conocen queda patente desde el primer minuto.
También soy seguidor de Star Trek y la peli me encantó. Mi novia nunca vio nada de Star Trek y le encantó.
¿Chorradas argumentales? Estamos hablando de Star Trek, ¿no? Lo único que me molestó fue, efectivamente, el acompañante odioso de Scotty, que es una mezcla de Ewok y Oompa Loompa.
A mí también me gustó. No puedo compararla con la serie original de los 60 porque no la tengo muy fresca en la memoria.
Parece ser sintomático la revisión de clásicos con el rejuvenecimiento de sus protagonistas. De unos años a esta parte, los que crecimos viendo cine y series de TV con actores adultos nos estamos encontrando con la aparición de nuevas versiones cuyos protagonistas son los que deberían ser los hijos o nietos de aquellos.
Espero que la edad media del espectador de cine no baje más o acabarán haciendo que la Enterprise la piloten niños de pecho.
—->Cuando me enteré de que se estaba preparando una nueva versión de Sensación de vivir supuse que, al igual que en la serie original, la acción de esta transcurriría en Beverly Hills, y no en el espacio, la última frontera.
Buenísimo… :)
Yo no soy fan de la serie clásica ni de sus sucesivas reencarnaciones en diferentes momentos históricos (algo más me interesó «Enterprise», pero bueno, que tampoco…). Las pelis no me hicieron gracia, salvo quizá un par (la de la Ira de Khan y la de las ballenas, que parecía un episodio cómico de algo mucho más grande). Aficionado al cine palomitero soy, y al desarrollado en el espacio aún más. Por si aporta algo a la discusión, con los antecedentes ya mentados la peli me aburrió terriblemente. Los agujeros del guión son tan profundos que por momentos temí caer dentro de alguno de ellos para trasladarme 20 años hacia el futuro de nuestro continuo-tiempo u otro alternativo. No encontré bien caracterizados a los personajes, y sí muy bien caricaturizados (y dudo que éste fuera el objetivo de los guionistas). Deux ex Machina a saco y sin rubor, inconsistencias, diálogos chorra… Y vale que todos estos elementos están dentro de alguna de las pelis que más me gustan: la diferencia, grande, es que este StarTrek 09 no me divirtió nada de nada. O me he hecho muy mayor, que puede ser, o me han cambiado mi space opera de toda la vida por otra cosa más grande pero peor.
Hola
No estoy de acuerdo con que Alias o Perdidos sean series que siga el público adolescente, su complejidad es demasiado para sus pobres y tiernos cerebros.
y después, está claro que con esta película han conseguido reactivar el interés, tanto a los aficionados de siempre, como a un nuevo nicho de seguidores de la franquicia, que es de que va esto, de hacer nuevos aficionados, con los de siempre ya se contaba, y hacer caja con ellos, claro.
A mí, que no soy fan precisamente de Star Trek, me pareció una película muy entretenida.
¡Gracias a Dios! Pensaba que yo era el único al que esta película le pareció horrible, pero ya veo que no. Coincido punto por punto con el análisis. Nunca fui un gran fan de Star Trek (le faltaba el espectáculo que tenía Star Wars), pero las veía de chaval porque había navecitas, y si había navecitas ya era más que suficiente para mí. Sin embargo, cuando fui a ver la nueva al cine… madre mía qué horror. Coger impulso girando alrededor del sol (supongo que usándolo como honda gravitatoria para aumentar la velocidad) puede ser absurdo, pero es coherente en el resto de la película. Pero que en ésta la sustancia roja genere un agujero negro capaz de destruir un planeta pero no una nave espacial (que lo atraviesa como quien cruza el pasillo para ir al baño); que se inventen lo del taladro para meter la sustancia roja en el núcleo de un planeta pero después resulta que basta que le den un disparo para que se inflame, esté donde esté… En fin, es que no tenía por dónde cogerla.
A los dos días volví a ver La ira del Khan para ver si mi memoria me traicionaba y la hacía ver mejor de lo que era a mis ojos, y descubrí que si bien tiene momentos ciertamente horribles (ese Khan), seguía gustándome. Tenía un ritmo más calmado, los diálogos funcionaban, etc…
___________________
Ayer, por cierto, me dio por ver La venganza de los Sith activando los comentarios del director, productor, etc… (debe de ser que me va el porno gay, ya sabemos todo que estos comentarios parecen grabarse con sus protagonistas arrodillándose por turnos frente a sus interlocutores). Al final, lo que vi es que no hacían más que hablar de lo «bien» que actuaba Yoda, de lo bonito que era ese plano de Coruscant, de cuánto les costó hacer la lava, o los droides, o los clones, todos digitales,etc…
Ni una palabra acerca de la interpretación, el guión o los diálogos. Sólo FX y montaje.
Creo que da una idea bien clara de cuáles son las prioridades actuales en el mundo de la CF en el cine :P
Siempre he sido de la Guerra de las Galaxias y, sinceramente, nunca he acabado de cogerle el truco a la fascinación de los trekkies por ese universo tan aburrido.
Eso sí, Star Trekk ha generado cientos de horas de filmación en todos los formatos habidos y por haber y nunca he visto a un trekkie renegar de algunas de las pelis, series y demás (y algunas son malas de narices). Comparados con los fans de Star Wars que montaron la de Dios es Cristo con las tres penosas precuelas me parecen unos tipos de lo más conformista, acomodaticio y acrítico.
Si se emocionan profundamente por qué Kirk sea un macarra de pueblo, Spock se magree con Uhura, Chekhov sea medio lelo, Sulu un ninja de incógnito y Scotty un trasunto de Homer Simpson buscando un donuts, creo que ellos y yo tenemos diferentes formas de entender la palabra renovación.
Y lo de crear una nueva línea temporal para poder hacer una serie o una nueva saga de pelis partiendo de cero me parece un truco fácil, rastrero y simplón. Abrahams ha descubierto la pólvora, nada menos.
¿Qué será lo siguiente? ¿Kirk despertándose al final de una peli, descubriendo que tiene 5 años y diciendo: «todo fue un sueño»?
Y perdón por la acritud pero es que al precio que está el cine que te timen me pone de mal humor. Mis disculpas si alguien se ha sentido ofendido.
Yo no esperaba gran cosa, soy Treki de la estricta observancia. Y mira por donde, me divertí, me lo pasé bien y me dieron un descuento en las palomitas. El guíon es infumable pero la composición y tensión entre personajes, muy lograda. FX bien, gracias… Ahora a ver que tal con Terminator…