Los faneditores son una raza bastante particular. Ellos están dispuestos a apostar donde las editoriales profesionales no se atreven. Crean espacios para que otros puedan mostrar su trabajo. Odian el talento desperdiciado. Se “ensucian” las manos con temas relacionados con la edición, el contacto con colaboradores, la distribución. Trabajan seriamente, pero sin red. Son apasionados. A menudo pierden dinero en esos emprendimientos quijotescos (aun más quijotescos si hablamos de la vapuleada realidad socioeconómica de la Argentina). A veces son lectores o escritores que aprenden sobre la marcha.
Y aprenden rápido. Laura Ponce (Buenos Aires, 1972) es uno de ellos. Laura es escritora (uno de los exponentes de la nueva generación de autores argentinos de CF), asidua colaboradora de la revista Axxón y de otros proyectos en papel como Sensación!. La revista que hoy la desvela (a ella y a otros que la ayudaron a hacerla realidad) es Próxima, cuyo número uno fue presentado a principios de marzo pasado, en la 46ª Tertulia de Ciencia Ficción y Fantasía de Buenos Aires.
“El proyecto de Próxima nació como una idea un poco más grande que una revista. Queríamos que fuera un espacio alrededor del cual pudieran congregarse creadores actuales, gente que está produciendo tanto en el ámbito de la escritura como de la ilustración. Gente que está trabajando ahora y que considero muy prometedora. Me parece que estos creadores tienen un extraordinario nivel y que si hubieran nacido en otras latitudes, o bajo otra situación económica, hoy serían reconocidos mundialmente”, explica Ponce.
¿Por ejemplo?
Es el caso de Néstor Darío Figueiras: tiene un extraordinario nivel, muy buenas ideas y muy buenas formas de contarlas. De él destacaría “El museo de los sueños verdaderos”, que salió publicado en Forjadores (medio electrónico) y en Ópera Galáctica (en papel). Es un cuento muy bueno, muy ingenioso y original. Comienza pareciendo un cuento de fantasía, y termina siendo un cuento de ciencia ficción dura-dura. La forma que él encontró de contar esas cosas fantásticas, y explicarlas tecnológica o científicamente, para mí es uno de los mayores aciertos. Néstor no es el único. Teresa Pilar Mira es otro buen ejemplo de gente nueva, que está publicando ahora en medios electrónicos, pero que es relativamente desconocida. De ella mencionaría “Dextrógiro”,que es un cuento extraordinario: refinado, inteligente, sensible, conmovedor, con ideas profundas. Ella es doctora en Filosofía, y además es una mujer muy culta e inteligente, con lo cual creo que ese cuento la representa. En el número 2 de Próxima va a salir un cuento inédito de ella que se llama “La lámpara de Diógenes”. Es un cuento crudísimo que habla de verdades que nos hace falta enfrentar.
La idea de Próxima era bastante local, porque es la gente que yo conozco, y la que me impulsó a armar este espacio. Pero no quiero cerrarlo ahí, porque gracias a Internet me he vinculado y he conocido gente de otras latitudes muy prometedora: Miguel Ángel López Muñoz, por ejemplo: español, ganador del UPC 2006, que es conocido con el seudónimo de Magnus Dagon. No había un espacio que nucleara a esa gente. Yo los conocía a través de los talleres literarios en línea, por ejemplo. Me parece que los talleres son un medio muy poderoso, pero allí hay gente que tiene un nivel semiprofesional.
¿Qué opinas de los talleres literarios, en especial aquellos que trabajan vía Internet (como Forjadores, Taller7 y Máquinas&Monos)?
Los talleres son una huerta maravillosa. Quien empieza en los talleres puede codearse y ver el nivel de los demás, puede saber a qué aspirar. Y en esos qe ya han logrado cierto nivel he notado un alto nivel de generosidad. Es gente humildísima, generosa.
Desde luego, hay disparidad de niveles en los talleres. Hay quien entra sin saber armar bien las oraciones, o quienes manejan la narrativa pero carecen de cierta técnica, o a quienes les falta ejercitarse. El taller es muy bueno para eso. La práctica ayuda: es muy poca la gente que nace dotada. Creo que lo que define a un escritor es su deseo, su voluntad, su necesidad de contar a través de la literatura. Sin embargo la calidad de su producto va a depender de muchísimas cosas: su técnica, su educación, su cultura, sus lecturas, y la práctica.
¿Cuál es la línea editorial de Próxima?
Busco una ciencia ficción moderna, en un estilo en que se permita la experimentación. Se podría decir que busco relatos con temáticas de la New Wave, la temática antropológica, filosófica, y también con contenido científico, pero no es una revista de divulgación. Me encantaría publicar obras como las de Greg Egan. Un cuento como “Yeyuka” (publicado en el número 39 de Cuásar) sería un ejemplo cabal de lo que me gusta: un cuento que habla de temas muy humanos, urticantes, con un componente tecnológico fuerte. O por ejemplo el cuento que se publicó en el primer número de Próxima, “La Era de Acuario”, de Carlos Gardini. Es un relato extraordinario. Tiene elementos fantásticos (no hay explicaciones científicas o tecnológicas), pero hay cuestionamientos profundos. Ese tipo de temática es el que me interesa como lectora, y yo estoy haciendo la revista que me gustaría comprar, y además donde me gustaría publicar como autora.
Con todo, para mí el trabajo editorial no consiste en leer los cuentos y, si me gustan, los publico. Para mí el verdadero objetivo editorial es tener un “ida y vuelta” con el autor. No para corregirlo, no es un taller literario, pero sí para sugerirle formas para que logre el objetivo narrativo.
¿Qué importancia le das al aspecto gráfico?
Quiero ser tan respetuosa con los artistas gráficos como lo soy con los escritores. Así como no voy a editar una coma a un escritor sin hablarlo con él, tampoco puedo andar recortando, achicando, agrandando imágenes de los artistas gráficos. Yo les digo qué necesito y ellos me lo envían.
Para el primer número, queríamos en la tapa algo representativo del este espacio, un objeto que le diera realidad física. Se analizó la línea editorial, ¿cómo sería estéticamente? Fui a consultar la página de Arte Fantástico. Y finalmente me decidí por Guillermo Vidal. Cuando vi esa ilustración, que se llama “Faro”, me pareció que daba en el blanco. Lo llamé. Aceptó. Le dije cuáles eran las características gráficas, cómo iba a ser publicado. No se limitó a arreglar la ilustración, sino que la hizo de nuevo. Empezó de cero, y la enriqueció para el formato que le habíamos pedido.
En materia de ilustraciones, sin embargo, el autor más importante por participación y calidad en Próxima es el mexicano Fraga. Realmente, en este primer número me he rodeado de gente con la que tengo una relación personal. Es gente que conozco: conozco su trabajo y conozco su nivel y su compromiso como artistas. Eso para mí es valiosísimo. Es por eso que puedo enviarles un cuento para ilustrar, y pedirles lo que quiero gráficamente para ese cuento. Y con Fraga es una maravilla: salió con un estilo de los 70 espectacular, aniquilador.
Otro gran artista es M. C. Carper. Tiene un estilo muy diferente, y es muy versátil: es escritor, historietista, entrevistador, es muy activo en el fandom. Y no sólo como ilustrador: es inteligente a la hora de discutir y de transmitir información, y además comparte esta visión. De hecho,Próxima fue una idea trabajada con él.
Para el segundo número de la revista tenemos una tapa de Racrufi, que es otro artista extraordinario. Me gustó mucho. Sin proponérselo, esta obra de ilustra muy bien el cuento de Teresa del Pilar Mira “La lámpara de Diógenes”. Realmente quiero una estética moderna de arte digital para las tapas.
¿Quiénes hacen Próxima?
Ahora es un grupo chico, a algunos ya los mencioné, pero creo que se va a convertir en un grupo importante. Yo soy la directora de la revista. Me reservo la última decisión. Prácticamente en ese mismo nivel está Bárbara Din, que es la directora de Arte y la creadora del diseño. Yo tenía una y ella lo plasmó, y fue un paso más allá. Es extraordinaria. En la logística y en el apoyo moral, está Martín Ramos (nick: Matt Shield). Es un responsable ideológico muy importante. Siempre tiene muy buenas ideas. Próxima se llama así porque él lo sugirió, esa palabra significa muchas cosas: Próxima Centauro (la estrella más cercana a la Tierra); pero también que la revista es un espacio que está cerca; próximo en el tiempo (el futuro está acá nomás); y próximo en lo afectivo.
¿Reconocés alguna influencia como lectora/editora?
Yo descubrí la cf en mesas de saldo. Aunque el género me apasiona, no soy una gran conocedora de su historia; hasta hace algún tiempo ni siquiera sabía que habían existido publicaciones de habla hispana como Más Allá o Nueva Dimensión. Lo primero a lo que accedí fue El Péndulo y me marcó muchísimo. El concepto de la publicación, en el que se le daba tanta importancia a las ilustraciones como a los textos, me pareció fascinante. Hoy, en retrospectiva, me doy cuenta de que los contenidos eran algo desparejos, pero había cosas extraordinarias, muy modernas, y creo que el trabajo que realizó Marcial Souto marcó para siempre la historia de las publicaciones del género.
De lo que se hace actualmente, me gusta mucho la revista Cuásar. Es una publicación que está cumpliendo 25 años de trayectoria, pero yo la descubrí allá por el 2005, cuando me relacioné con la gente de Axxón. Para mí fue un honor que me publicaran allí un cuento.
¿Creés que la ciencia-ficción está muerta o agoniza, como afirman algunos críticos?
Creo que la cf goza de excelente salud. No podría ser de otro modo mientras sus grandes temas (que son los grandes temas de la humanidad) siguen estando vigentes. El material del que se alimenta la cf es la forma en que imaginamos el futuro, proyectando nuestros deseos, temores y esperanzas, y el modo en que enfrentamos los cambios, como individuos, como sociedad, como especie, y no creo que ese material se agote mientras queden humanos o mientras quede algo de humano en aquello que nos sobreviva.
La verdad que Laura es un ejemplo a seguir. Hay gente que ha demostrado estar comprometida con el género que ama y defiende, y ella es una de ésos, puesto que sé algunos pocos secretos de «la cocina» de su emprendimiento editorial, y la verdad es que hay que tener ovarios, mucha fe, y una determinación inquebrantable. Y ni mencionar cuánto me ha apoyado y animado desde que nos conocimos en el 2005. Felicitaciones a todos los que hacen Próxima!!!! Por muchísimos números más :-)
El empuje que tiene Laura sumado a la alegría y el entusiasmo que pone cuando descubre algo nuevo son una combinación única. Tan única como las diferencias entre las lineas editoriales de Próxima y Sensación.
http://revistaproxima.blogspot.com
http://revistasensacion.blogspot.com
Una entrevista perfecta que no deja temas sin tratar, Laura Ponce es una persona entusiasta que vuelca toda su pasión para difundir el género. La ser escritora no desconoce el valor de los narradores y los ilustradores, eso se nota en todas las revistas de Ediciones Ayarmanot. Es la vertiente de este milenio para la CF actual.
Laura, mil felicitaciones por este proyecto…
quiero tener 100 numeros en mi biblioteca «pronto» ;)
saludos
G!
Coincido con Néstor, Laura es un ejemplo a seguir.
Y cuánto adoro este ejemplo…
Enhorabuena por la entrevista, a ambos, entrevistador y entrevistada. Es amena, inteligene y muy, muy interesante.
A Laura la conozco desde AXXON (si la habré molestado más de una vez) y tuve la oportunidad de entrevistarme personalmente y entender toda la fuerza que está poniendo en sus emprendimientos. Tuve el honor de participar con un cuento mío, «Despunta Helios», en Sensacón!2, y además no hace más que invitarme a participar y seguir escribiendo. Casi me atrevo a pedirles algo: apoyemos sus proyectos: concretamente, adquiramos las revistas, porque es la única forma de que contemos el día de mañana con un soporte para nuestros cuentos: el que esté leyendo este comentario, el día de mañana, puede estar publicando en sus revistas, y tener la oportunidad que yo tuve… pero, para eso, las revistas tienen que seguir ahí, ¿no? Te mando un beso enorme, Laura!!!!
Coincido con muchos de los comentarios, Laura es una excelente escritora, persona y colaboradora, ¡cómo no iba a ser una excelente directora! La revista tiene muy buena pinta. En cuanto a los talleres tiene razón, son un espacio donde desarrollarse, conocer técnicas nuevas, medirse en cierto modo con los demás talleristas, es un primer contacto con tu obra. Y si luego la ves publicada en revistas como Próxima ¡qué más quieres!
De Laura Ponce pueden decirse infinidad de cosas buenas: que es excelente escritora, que es emprendedora y valiente, que es visionaria… Pero la primera es que como ser humano es: excepcional.
Ale y Lau:
Gracias a ambos por mencionarme en su entrevista con tan altos alcances.
Sirvan mis ilus para ser ese granito de arena, o esa gotita de tinta, que le ayude
a la SCIFI vía sus publicaciones fantásticas a sostenerse en pie… y a volar de vez en cuando.
Fraga
Laura tiene asumida su postura dentro de la CF hispanoamericana y es enérgica y apasionada al expresarla. Contagia.
Esperemos que entre tanto trabajo editroial no se pierda la escritora que hay en ella.
Alejandro
Fascinante la entrevista y fascinante Laura Ponce.
La entrevista porque hace las preguntas que todos queremos hacer y porque está llena de links e información que no tienen desperdicio.
Rescato lo que dijo Juan Manuel en un comentario: «apoyemos sus proyectos: concretamente, adquiramos las revistas». Es importantísimo y además les garantizo que no se van a arrepentir, porque son una verdadera joya.
Algún día el mundo volverá a soñar… Y Laura será uno de los primeros nuevos soñadores, incluyendo a todo el fantástico equipo que la acompaña.
Hace mucho hablamos con Laura sobre su capacidad: aún conociéndola, jamás pensé que lo lograra tan rápido. Ahora tiene una meta mucho más complicada: permanencia, estabilización y posterior crecimiento.
Coincido con Alejandro en que estas cosas no deben ahogar a la Laura escritora. Sería una verdadera pena.
Como muchos dijeron ya, Laura tiene unos ovarios de oro, además del entusiasmo y amor que se necesitan para navegar en las aguas turbulentas del sistema monetario en la frágil canoa del arte. Admiración es una palabra que me viene a la mente cuando pienso en ella. Pero, más aún, una profunda sensación de agradecimiento al representar en carne un conjunto de rasgos que nos hacen mucha falta en esta sociedad: pasión, curiosidad, humildad, comprensión, paciencia y conciliación.